Historia:
El origen de la población como tantos en el siglo XIII de nuestra provincia, es la repoblación cristiana. Sin embargo, aquí en su término, el yacimiento de la Peña de los Moros, nos reconduce a una posible necrópolis de habitantes de aquel tiempo, aunque es posible que tengamos que remontarnos más bien a la Edad del Bronce.
El encanto y la tranquilidad de los pueblos pequeños se hace presente desde el momento en el que el visitante pisa suelo en estas tierras de la comarca de Alarcón. Su pequeño casco urbano está situado junto al río Altarejos y sus habitantes, menos de 50, tienen Cuenca a poco más de 36 km. Su obra más preciada es la iglesia de San Lorenzo, data de los comienzos del románico y se encuentra incluida en el listado de los Bienes de Interés Cultural de la provincia. Divisa el pueblo, desde su lado más alto, esta preciosa iglesia románica que conserva de su original forma parte de los muros de la nave y su portada con canecillos. En el Renacimiento se alargó la nave y se añadió la sacristía, además de cambiar su cabecera y eliminando el ábside semicircular.
A 5 kms del pueblo, existe un puente medieval, El Puente del Castellar.
También son destacables las formaciones geológicas de roca, como Los Torrejones (dos grandes rocas calizas en las cuales la erosión ha ido produciendo efecto y les ha dado la forma de dos caras humanas frente a frente), La Peña de los Moros (excavaciones en piedra con forma de cuerpos), La Casa de la Tortuga (formación rocosa con forma de corazón)...
Fiestas:
San Lorenzo en honor a su patrón, el 10 de agosto.